Derrotó a un Barcelona que salió dormido a San Mamés (2-1) y resistió con dos menos por las expulsiones justa de Raúl García e Iturraspe.
El Athletic derrotó al FC Barcelona por dos goles a uno en el encuentro de ida de los octavos de la Copa del Rey, un triunfo con mucho sabor para los locales porque acabaron el encuentro con dos menos.
A San Mamés hay que ir sin legañas. Bien despierto y con los machos bien atados porque de lo contrario te cae el chaparrón. Luis Enrique y el Barcelona saben que la falta de intensidad se penaliza mucho. Quizás por precedentes anteriores como el de la Supercopa, el técnico azulgrana tiró de la artillería más pasada pese a tener el partido de vuelta en su estadio.
No llevaba bien aprendida la lección el Barcelona porque desde el primer momento no supo contrarrestar la presión del Athletic. Y lo pasó mal en las primeras acciones aunque tuvo las dos mejores ocasiones en un centro al que no llegó Messi y en un remate de cabeza de Piqué. En medio del ‘colocón’ del Barça llegó el primer gol. Una mala salida del balón de Iniesta fue aprovechada por Raúl García para servir un balón franco a Aduriz.
El Athletic se cobraba el premio a su constancia. San Mamés entró en éxtasis tres minutos después cuando otro error del Barcelona en su campo fue aprovechado por Williams para hacer el segundo. Un golazo precedido de un gesto de lujo de Aduriz. El reloj no había pasado por el hito de la media hora y la ventaja era suculenta.
El Barcelona se estiró y encontró la calma porque el rival bajó el nivel de presión. Sin embargo, las pulsaciones de los azulgranas saltaron por los aires por las decisiones que tomó el colegiado. Fernández Borbalán se tragó un penalti sobre Neymar y no vio una agresión de Aduriz sobre Umtiti.
En la segunda parte cambió el decorado. El Barcelona se entonó y el gol de Leo Messi, de falta, le dio más seguridad. El dominio azulgrana fue contrarrestado por continuas faltas que se tradujeron en tarjetas. Esa reiteración le costó la roja a Raúl García y a Iturraspe por lo que el Athletic jugó los últimos diez minutos con dos menos. Messi pudo empatar en la última jugada del partido pero su disparo se estrelló contra el palo. Pese a la superioridad, el Barcelona no supo gestionar la situación favorable y tendrá que remontar en la vuelta.
Vía Sportyou