Miguel Ángel Borja fue muy incisivo en el ataque. Infortunadamente erró el penal que pudo darle la victoria a la Tricolor.
La selección de Colombia no pudo pasar este martes del empate sin goles ante Australia en Londres y dio por concluida su gira europea invicta, con un balance positivo de un triunfo, en París sobre Francia, y un empate.
El conjunto ‘cafetero’ perdonó a unos ‘socceroos’ rácanos y parcos en fútbol, que pudieron haberse ido de Craven Cottage con un saco de goles en contra de no ser por el poco acierto de cara a portería de Miguel Borja, que falló un penalti y se topó dos veces con la madera.
El encuentro se presentaba como una prueba de madurez para el conjunto de José Pékerman, recargado de moral tras el histórico triunfo de hace cuatro días en el Stade de France (2-3) y animado por una grada totalmente entregada, con mayoría aplastante de aficionados colombianos.
Cada toque de balón, cada pase, cada aproximación de Colombia se celebraba en la grada casi como un gol. James y Falcao, de largo los más vitoreados, se llevaban, en cada intervención, un caluroso aplauso de los casi 25.000 asistentes, que acompañaban sus cánticos con trompetas, acordeones y toda clase de instrumentos de percusión.
La empresa esta vez era, a priori, más sencilla que el viernes: Australia, una selección mundialista, pero que afrontaba sus primeros encuentros con su nuevo entrenador -el holandés Bert van Marwijk- y que acababa de sufrir una humillante derrota a manos de Noruega (4-1).
Recuperó Van Marwijk para la causa a varios de los titulares habituales que descansaron en Oslo -Rogic, Luongo, Juric-, y pese a que todavía demostró muchas carencias, fue un equipo mucho más compacto y organizado que el que se vio el viernes en Noruega.
Pékerman, por su parte, poco dado a las modificaciones, introdujo cinco novedades con respecto al ‘once’ que se impuso a los ‘Bleus’. Murillo y Zapata reemplazaron a Davinson y Mina en el eje de la zaga, mientras que Mojica, un puñal en la izquierda, ocupó el sitio dejado por Fabra.
También entró Barrios, que formó una línea de tres volantes con Aguilar y Uribe, al tiempo que Bacca fue el compañero de ataque de Falcao, relegando al banco a Muriel, uno de los héroes en la remontada en el Stade de France.
Los primeros 45 minutos resultaron soporíferos, con Australia dejando la iniciativa a Colombia y el conjunto de Pékerman incapaz de armar juego. Sólo James, que bajaba a recibir hasta más allá de la línea de volantes e intentaba encontrar con pases largos a Falcao y Bacca, y Mojica, con internadas esporádicas por el costado izquierdo, lograban inquietar mínimamente a los ‘socceroos’.
Fue el ’10’ el que dispuso de la ocasión más clara de Colombia en la primera mitad, cuando, pasada la media hora, no consiguió rematar a puerta un centro lateral de Mojica y disparó fuera con todo a favor.
En los ‘aussies’, entre poco y nada. Sólo Juric, en una ocasión aislada, estuvo cerca del gol al quitarse de encima a Zapata con un reverso y soltar un zurdazo que se fue desviado por poco.
La segunda parte sí fue enteramente de los ‘cafeteros’, con aire renovado tras los ingresos de Lerma y Borja por Aguilar y Falcao, respectivamente.
Precisamente, el ariete del Palmeiras gozó de las ocasiones más claras en unos segundos 45 minutos de dominio absoluto de los de Pékerman. Tuvo hasta tres en menos de un cuarto de hora: primero con una gran chilena que se marchó fuera, después con un gol desde el área pequeña que anuló el árbitro por fuera de juego de Bacca y más tarde con un lanzamiento que se marchó fuera, aunque la jugada había sido anulada previamente por otro fuera de juego.
James también oteó el gol poco después, pero tampoco estuvo acertado, y su testarazo desde el área pequeña tras una buena internada por la izquierda de Bacca lo despejó de puños como pudo el guardameta Vukovic
El carrusel de cambios habitual en estos amistosos mermó ligeramente el ritmo del partido, aunque eso no desalentó a los aficionados, volcados con su equipo y que no dejaron de cantar, bailar y animar a los suyos.
Perdonó Colombia y a punto estuvo de pagarlo. Sin embargo, Ospina, en su única intervención en el choque, consiguió despejar un disparo a quemarropa de Luongo tras una gran jugada individual del ’21’ australiano.
El empuje colombiano, entre cánticos de «Sí, se puede» de la grada, estuvo a punto de tener recompensa en la recta final con tres ocasiones inmejorables de Borja, errático como pocas veces.
El ’16’ se topó dos veces con la madera -una a la cruceta y otra, en el tiempo de descuento, al palo- y marró un penalti en el minuto 85 cometido sobre él mismo.
No se movió el luminoso de Craven Cottage, aunque eso no desalentó a la afición, y Colombia perdonó a una Australia rácana y parca en fútbol para acabar la gira europea con un balance más que positivo de una victoria y un empate en dos partidos.
EFE