El equipo barranquillero cayó 1-0 con Patriotas siete días después de hacerlo con Boyacá Chicó.
Quizá la sensación haya sido de déyà vu, de que la historia se estaba repitiendo en un lapso muy corto de tiempo, siete días para ser exactos.
El 20 de febrero Boyacá Chicó le ganó 2-1 a Júnior en Tunja y este sábado Patriotas lo superó 1-0 en una plaza en la que el club barranquillero no se siente cómodo, por la altura, tal vez, o por el terreno de juego. Por lo que sea.
Lo cierto es que el equipo Tiburón volvió a perder en la capital boyacense, esta vez con un golazo de Héctor Solano en la segunda parte (55′). La jugada nació de un mal rechazo de Gabriel Fuentes, de lo mal parada que quedó la defensa visitante y del zapatazo de Solano, que sorprendió al mismo Sebastián Viera.
El balón fue tan potente que el portero uruguayo no pudo hacer que sus manos contuvieran el impacto cual muralla. Y, claro, con el marcador en contra, Amaranto Perea empezó a mover su banco.
Juan David Rodríguez, Edwin Cetré y Luis Sandoval ingresaron al tiempo (66′), Fabián Sambueza lo hizo un rato después (75′). Pero muy poco cambió, sí hubo más posesión, pero nada concreto en el último cuarto.
Y Patriotas, organizado atrás, le apostó al contragolpe y tuvo un par de acciones para aumentar la cuenta, solo que no concretó.
El tiempo se acabó y del Júnior que le ganó a Millonarios hace cuatro días en Barranquilla se vio poco. De nuevo Amaranto Perea estará en los diálogos de todos, de una hinchada que todavía no se convence con la manera de hacer las cosas de uno de los clubes con mejor nómina del país.
Este sábado por la noche, para infortunio de Júnior, no hubo déyà vu, pues lo que hizo el rival fue algo nuevo y muy real.
Por el lado de Patriotas, gran resultado para una institución que de a poco se ubica en el medio de la tabla y se aleja de los puestos de descenso.
Cortesía El Espectador.