El Leganés estaba en la tercera división hace cuatro temporadas.
Históricamente ha sido difícil nombrar al tercer mejor equipo de fútbol en Madrid. Ningún equipo ha conseguido lograr ni sostener siquiera una fracción del éxito de Real Madrid o el Atlético.
Los otros clubes de la capital y sus suburbios cercanos han subido y bajado de la primera división. Y pocos han brillado en la Copa del Rey. Pero a través de los años no ha habido una clara respuesta a cuál es considerado el tercer poder.
El más reciente en probar su suerte es Leganés, basado apenas al sur de Madrid.
El miércoles, Leganés tiene la oportunidad de avanzar a la final de la Copa del Rey por primera vez en sus 89 años de historia. Juega en Sevilla el duelo de vuelta de semifinales, tras empatar 1-1 en la ida.
Vencer a Sevilla no será fácil, pero tampoco imposible, considerando que Leganés revirtió su fracaso de 1-0 en el partido de ida de cuartos contra Real Madrid. El equipo empató 2-2 en el Santiago Bernabéu para mantener viva su impresionante campaña en la Copa. En la ronda previa eliminó a Villarreal.
“No tenemos ninguna obligación en cuanto resultado, pero sí la de darlo todo”, dice el técnico de Leganés, Asier Gartano.
Leganés no había llegado nunca a cuartos de la Copa hasta este año. Juega en la primera división del fútbol español apenas por segunda temporada. Estaba en la tercera división hace cuatro temporadas. EL ascenso ha sido vertiginoso.
Leganés comenzó a ganar cierta reputación apenas a inicios de los noventa, cuando llegó a la segunda división por primera vez. Se pasó una década de regreso en la tercera, desde el 2004 hasta el 2014, antes del empine que lo llevó a La Liga en el 2016.
Parte del éxito del equipo está vinculado con la empresaria de bienes raíces Victoria Pavón Palomo, que asumió la presidencia del club en el 2009 cuando su esposo, Felipe Moreno Romero, se volvió el mayor accionista. Ellos reforzaron gradualmente el club administrado desde entonces como un negocio familiar, centrados en la estabilidad financiera.
Con uno de los presupuestos más bajos en La Liga, Leganés ha florecido sin hacer grandes contrataciones, dependiendo de talento local y préstamos.
La nómina actual no tiene nombres conocidos. Su capitán es el veterano zaguero Martín Mantovani, que jugó para los equipos juveniles del Atlético, pero nunca llegó al once grande. El mediocampo tiene a Rubén Pérez, que también comenzó su carrera en el Atlético, y Gabriel Pires, que solía jugar en Italia. En ataque tiene al marroquí Nordin Amrabat y a Claudio Beauvue.
El equipo juega en el Estadio Butarque, con capacidad para 11.000 personas, en Leganés, una ciudad de casi 200.000 habitantes unos 15 kilómetros (9 millas) de Madrid. El club dice que tiene 9.000 miembros.
Sus hinchas son llamados “pepineros”, debido a que la región solía ser conocida por la producción de pepinos.
AP