Junior venció 3-0 a Carabobo y avanzó a la tercera fase de la Libertadores

estrada

Los tantos del elenco barranquillero fueron obras de Roberto Ovelar, Johnatan Estrada y Michael Rangel.

Junior ganó, goleó, gustó, enamoró y clasificó. El ‘Tiburón’ devoró la noche de este martes a un inofensivo Carabobo, goleándolo 3-0, en el estadio Jaime Morón León de Cartagena en el juego de vuelta de la segunda fase de la Copa Libertadores. Los tantos rojiblancos fueron obra de Roberto Ovelar, Johnatan Estrada y Michael Rangel.

Partido para guardarlo en la memoria, para mirarlo una y otra vez, para tenerlo en cuenta de cara al futuro. Esa es la ‘cara’ que debe mostrar Junior de aquí en adelante, un equipo agresivo, dinámico, ordenado, y efectivo en todas sus líneas.

Esta noche no solo superó a su rival de principio a fin -haciendo efectiva la lógica-, sino que marcó el camino a tomar si se quiere pelear con seriedad en todos los frentes.

La afición gozó con la habilidad de Aponzá, la creatividad de Sebastián Hernández y Johnatan Estrada, la efectividad y clase del ‘Búfalo’ Ovelar, la claridad de James Sánchez, la proyección de los laterales y la seguridad de Alexis Pérez.

Junior no bajó la guardia, no dejó respirar a su rival y lo hizo sufrir de entrada, con un fútbol colectivo exquisito, ese que gusta al hincha rojiblanco y que hace parte del ADN histórico del cuadro barranquillero.

Por esa vía llegaron rápidamente los goles. El primero tras un cabezazo impecable de Roberto Ovelar, tras centro de Johnatan Estrada y el segundo luego de una triangulación entre Sebastián Hernández, Lewis Ochoa y Johnatan Estrada, este último definiendo con frialdad.

La etapa complementaria mostró una faceta mucho más dinámica del Junior, explotando las bandas con Estrada y Aponzá, primero, y luego con Édinson Toloza, que ingresó en lugar de un laborioso Sebastián Hernández. El delantero nariñense aprovechó su explosividad para poner en aprietos a una zaga venezolana, que le costaba contener la embestida del ‘Tiburón’.

Junior nunca quitó el pie del acelerador, probando desde todas las vías, la colectiva, el área, la media distancia, en pelota quieta, en donde Sebastián Viera estuvo a punto estrenarse como goleador este semestre. Hubiese sido el moño, la cereza del pastel, pero la pelota terminó besando el vertical derecho del arco venezolano.

‘El Tiburón’ -insaciable en territorio heroico- quería más y, aprovechando la pasividad de un rival entregado a su suerte, pudo anotar el tercer tanto, anotado por Michael Rangel, quien aprovechó un rebote del arquero para empujar la pelota al fondo de la red, en su primera aparición de la noche (acababa de ingresar por Roberto Ovelar).

La fiesta fue rojiblanca en el Jaime Morón. Los cerca de seis mil espectadores que arribaron al máximo escenario de los cartageneros despidieron entre aplausos a un Junior vistoso y efectivo, ese que tanto extrañaba el hincha rojiblanco.

Redacción El Heraldo